#06 Una semana cualquiera en Medio Oriente
Elecciones en Israel, Gaza y Cisjordania. Estallido en Líbano, batalla naval con Irán.
Faltan 9 días para las elecciones en Israel, las cuartas en dos años, y aunque la creencia generalizada es que estamos condenados no sólo a las quintas, que serían antes de fin de año, sino también a un ciclo eterno como este, algunas encuestas y datos concretos hacen vislumbrar la posibilidad de que Netanyahu logre evitarlas, en su favor.
En principio, esta vez Netanyahu tiene una motivación adicional para formar gobierno. Cuando en mayo de 2020 Bibi firmó un acuerdo de rotación con Benny Gantz, su principal rival en las tres elecciones anteriores, se estipuló que Gantz asumiría en noviembre de 2021.Parte del acuerdo fue también que Netanyahu no pueda expulsar a los ministros que ponga Gantz en caso de disolución de gobierno. (Cuando se disuelve un gobierno, en realidad queda congelado en el tiempo, como interino, hasta que se arme el siguiente. Nada mejor para hacerlo durar que disolverlo). Las posibilidades electorales de Gantz son nulas, y está bailando tipo limbo por abajo y arriba del umbral, pero hasta que no se forme el nuevo gobierno sigue siendo ministro de Defensa. Entre otras carteras, su partido mantiene también la cancillería y Justicia. En Relaciones Exteriores está Gabi Ashknenazi, también ex jefe del Estado Mayor como Gantz, y esperando que todo esto termine para volver a la casa. Ashkenazi anunció que “se retira de la política” y no participa de estas elecciones. (Retirarse de la política, en política israelí, es un eufemismo de guardarse por un tiempo hasta poder volver a acomodarse mejor).
La cartera de Justicia la maneja el propio Gantz, meta-interinamente (sí, interino dentro de la situación interina), porque su designado para este puesto, Avi Nissenkorn, renunció para unirse al partido del alcalde de Tel Aviv, que finalmente no se presentó (También Nissenkorn dijo que se retiraba de la política). Además de estas carteras estratégicas Gantz mantiene el cargo sui generis de “primer ministro alterno”. Más allá de darle una tercera silla en las reuniones de gabinete (una para la cola y dos para las patas) si llegamos a noviembre sin haber formado nuevo gobierno, Gantz se convierte en premier y todos nosotros en calabazas, porque ni el propio Gantz soñó jamás que esto sería posible.
Esto explica el apuro electoral de Netanyahu en estos días. El jueves quiso hacer un viaje relámpago a Abu Dabi para reunirse con el príncipe heredero de Emiratos Árabes por primera vez desde que se firmó el acuerdo en septiembre. Bibi se quedó sin foto porque Jordania fue y vino con el permiso de uso de su espacio aéreo, el vuelo se hizo inviable y todo resultó en un papelón diplomático, imposible de disimular siquiera con la excusa de que la esposa de Bibi, la siempre polémica Sara, tuvo apendicitis la noche anterior y está internada. La excusa de que el viaje se suspendía porque Bibi se quedaba con la mujer duró un rato de la mañana del jueves, era inverosímil hasta para él. Hasta se había especulado con la posibilidad de que Netanyahu se reúna en los Emiratos con el príncipe heredero saudita MBS, pero nunca pudo salir de la casa.
¿Qué pasó con Jordania entonces? El día anterior el príncipe heredero jordano tenía acordado cruzar a Jerusalén para visitar la mezquita de Al-Aqsa, el tercer sitio más sagrado para el Islam, situado en el Monte del Templo, el lugar más sagrado para el judaísmo. Si bien nadie puede salir y entrar en los hechos sin el ok israelí, el control del complejo lo tiene el Waqf, un consejo jordano. La visita estaba arreglada y coordinada, pero Jordania envió hasta el cruce fronterizo una delegación más numerosa y armada de lo originalmente pautado, e Israel la bloqueó. El príncipe pegó la vuelta a la casa y encontró como jorobar a Netanyahu al día siguiente.
Si bien el incidente no pasará a mayores, esto muestra como la relación Israel-Jordania está en un momento delicado, probablemente el peor desde el acuerdo de paz de 1994. Los nuevos amigos de Israel en la región pusieron algo celoso al rey Abdalá II. Y hay otras novedades esta semana para estar inquieto en la región.
Hagamos un recorrido por la semana del Medio Oriente, entonces:
El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, expulsó del partido Fatah a Nasser al-Qidwa, sobrino de Yasser Arafat, porque este se había atrevido a desafiar su liderazgo, amenazando con presentar una lista independiente. Semanas atrás había propuesto al encarcelado pero popular Marwan Barghouti como sucesor de Abbas.
En Gaza, Yahya Sinwar ganó la reelección como líder de Hamás en la franja, en un cónclave de 320 miembros. Si bien Hamás está acercándose de nuevo a Fatah, y por ahora las elecciones legislativas para el 22 de mayo siguen en pie, el liderazgo de Sinwar no fue reconfirmado de manera contundente. Tuvo que llegar a la cuarta ronda de votaciones para derrotar a Nizar Awadallah, un cofundador de Hamás, pero poco conocido fuera de Gaza.
La pandemia en la Margen Occidental está pegando fuerte, hubo un escándalo por vacunación VIP a políticos y la selección de fútbol. Por si fuera poco, la Autoridad Palestina se vio obligada a aceptar una donación de 20.000 dosis de la vacuna desde Emiratos Árabes Unidos, gestionada por Mohammad Dahlan, un ex Fatah disidente, exiliado en Dubai.
Líbano está literalmente prendido fuego. Van 10 días de protestas fuertes, con piquetes, neumáticos prendidos y todos los chiches, por la catastrófica situación política y económica. En el mercado negro la moneda se fue a 10 veces el tipo de cambio oficial, hay apagones, dificultad para conseguir combustible y alimentos, y no se ponen de acuerdo para formar gobierno. El primer ministro Hassan Diab renunció después de la explosión de Beirut en agosto, pero sigue como interino y está desesperado por que le encuentren un reemplazo. Amenazó incluso con no presentarse a trabajar.
La semana pasada un buque israelí fue dañado, sin víctimas ni heridos, en el golfo de Omán, presuntamente por Irán. En represalia Israel habría disparado en el Mediterráneo a buques iraníes que llevaban petróleo y armas a Siria.
Sin que necesariamente tenga relación con lo anterior, la semana pasada la ministra de Protección Ambiental israelí acusó a Irán de haber contaminado a propósito las costas israelíes a través de un buque libio. Distintos jefes de inteligencia israelí dijeron no estar al tanto. Si no fuera porque no hay posibilidades de diplomacia con Irán, también sería un papelón.
Varias de las playas que sufrieron el derrame de alquitrán en el Mediterráneo ya están a salvo, pero todavía la mayoría son áreas restringidas.
Volviendo a Irán, Washington y Jerusalén empezaron a reunirse para organizarse por si el tema escala. Si bien la intención de Biden es volver al acuerdo nuclear, los avances de Teherán en materia de enriquecimiento de uranio pueden llegar a hacerlo inviable. Israel quiere armar una suerte de OTAN del Medio Oriente, sumar a los nuevos amigos, y si sale todo bien, sacarse la foto con Arabia Saudita. Lo que está claro es que mientras en el escenario diplomático Netanyahu y Biden van a ir a un tira y afloje, te llamo no te llamo me llamás no me llamás, tras bambalinas se trabajará tomándose en serio la amenaza.
📖 LA EDUCACIÓN IRANÍ
Y nos quedamos un segundo en Irán, pero ahora en sus escuelas. La Liga Antidifamación publicó el mes pasado un informe muy interesante sobre lo que se enseña en los libros escolares de la teocracia. Como siempre, los muchachos de Jamenei se superan. “El coronavirus fue un complot occidental para que no se celebre en las calles el aniversario de la Revolución islámica” es definitivamente mi favorito, pero hay para todos los gustos, y por supuesto, más peligrosos que eso.
Conversé con David Andrew Weinberg, autor del informe. Pueden escucharlo acá, y leer el informe completo en español acá.
📷 LA FOTO
Zona de parrillas en el Parque Nacional de Ramat Gan. Finalmente la encontré. Se me están terminando las excusas.
💽 UN ÁLBUM YA NO TAN NUEVO
Desde enero quiero compartir con ustedes Ajat Mitoj Ajat, Una de una, el nuevo disco de Abigail Koevary, cantante indie pop/rock israelí, lo más interesante que encontré en la escena local hasta ahora. Pero algo coyuntural pasó cada semana que fui postergando, así que aquí vamos con el álbum entero en YouTube.
Algunas de las canciones las fue lanzando en el último par de años, y por fin le dio forma a un disco entero. Esta tendencia de sacar singles a lo pavote por las redes y luego el disco entero con casi la mitad de las canciones viejas se está viendo en muchos lugares, pero sobre todo lo veo en la música Israelí. Aunque la pandemia aceleró esto, probablemente, la tendencia ya estaba.
Según Spotify, y no tengo por qué no creerle, Elul de Koevary es la canción que más escuché en 2020. El mes de elul es el último del año del calendario hebreo, y precede a Rosh Hashaná y Yom Kipur. Es el final del verano, la ligera baja en la temperatura avizorando y toneladas de selijot, los pedidos de disculpas anticipados antes del día de la expiación oficial. Se los voy a recordar cuando llegue este año, a finales de agosto, pero por lo pronto, aquí el videoclip de Elul que Koevary sacó en elul de 2019 y ahora forma parte de su nuevo álbum.